El mes
pasado se presentaba el “Informe anual sobre Desarrollo Humano 2013"
elaborado por el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), con
el nombre “El ascenso del sur”. En este
informe se manifiesta que todos los países han mejorado su IDH (Índice de
Desarrollo Humano), aunque persisten grandes desigualdades a nivel
internacional.
Aunque se ha reducido la pobreza todavía hay alrededor de 1,57 mil
millones de personas (más del 30 % de la población de los 104 países analizados
en el Informe) que viven en condiciones de pobreza multidimensional (
entendiendo por esta un concepto de pobreza que no mide únicamente los ingresos
(1,25$ al día) sino que añade otros diez indicadores de otras variables como
son la educación, sanidad y calidad de
vida (electricidad, saneamiento, agua potable, etc.). En este sentido se
considera persona en situación de pobreza aquella que no tiene acceso al menos
al 30% de los indicadores.
Nos parece importante cómo el informe hace un llamamiento a las élites
dirigentes tanto en el norte como en el sur porque no pueden ignorar las
enormes amenazas que en estos momentos existen a la inclusión y al bienestar
social frente a una demanda cada vez mayor de justicia y corresponsabilidad.
En un
contexto difícil tanto para los países del norte como el sur es necesario
mantener la cooperación con el Sur. En estos momentos todos los países juegan
un importante papel en el escenario mundial:
Cuestiona
también algunas instituciones mundiales que no se han adecuado a las relaciones
de poder ni garantizar un suministro adecuado de bienes públicos mundiales ara
responder a una necesidad cada vez mayor de igualdad y sostenibilidad.
- Garantizar una mayor equidad entre hombres y mujeres, grupos, etc. El instrumento principal, la educación.
- Permitir la libre expresión y la participación.
- Hacer frente a los desafíos ambientales: cambio climático, deforestación, contaminación del aire y el agua, etc.
- Mejorar el cambio demográfico. Mejor educación supone frenar el índice de crecimiento
Termina señalando que es necesario un mayor
compromiso por el desarrollo humano: invertir en salud, educación
y bienestar social.
Todos
los análisis apuntan a lo mismo, y sin embargo, seguimos presenciando grandes
recortes precisamente en la inversión en salud, educación y bienestar social. ¿Cuándo
nuestros dirigentes se darán cuenta de que estamos en el camino equivocado?
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