Fte. Campaña Ropa Limpia
El pasado 15 de mayo, con la firma del Programa
para la mejora de la Seguridad de las fábricas en Bangladesh (Accord on Fire
and Building Safety in Bangladesh) se ha dado un paso importante para la seguridad de las
fábricas en este país.
Este acuerdo
tiene influencia sobre las más de 1.000
fábricas de ropa que hay en Bangladesh. Ha sido firmado por
muchas de las marcas transnacionales del sector textil, a excepción de GAP y
Walmart, dos empresas estadounidenses. El acuerdo tiene una acción inmediata y
además de mayor seguridad para las personas trabajadoras, otorga a éstas y a
los sindicatos bangladeshís un mayor poder de decisión.
Este acuerdo
ha sido fruto del trabajo de la Campaña Ropa Limpia, que lidera SETEM en alianza con
los principales sindicatos mundiales (IndustriALL Global Union and UNI Global
Union y Worker Rights Consortium)
A través de
esta Campaña se consiguieron recoger más de un millón de firmas en coalición
con sindicatos, organizaciones de derechos laborales y organizaciones sociales
de todo el mundo, demandando a las marcas internacionales la firma del
programa.
Los derechos
de las trabajadoras y trabajadores del sector textil en Bangladesh están
vulnerados y violentados por muchas compañías extranjeras que deslocalizan sus
fábricas, en aras a conseguir un abaratamiento de los costes de producción. Tragedias
como la ocurrida hace unas semanas en el Rana Plaza, donde más de 1000 personas
murieron atrapadas dentro de un edificio que se derrumbó, no son nuevas y se
repiten una y otra vez, en distintos países.
Los vacíos
legales en el ámbito de la deslocalización de parte de los procesos
productivos, derivan la mayoría de las veces, en una grave vulneración de los
derechos de los trabajadores y trabajadoras.
Como
señalaba el secretario general de IndustriALL Global Union, Jyrki Raina
“Estamos hablando de la mejora de
las condiciones laborales y de vida de muchas de las personas trabajadoras más
explotadas en el mundo, ganando 32€ al mes en condiciones
peligrosas".
Este acuerdo
incluye inspecciones de seguridad independientes con informes públicos, otorga
más poder a los y las trabajadoras creando comités de seguridad y salud, obliga
a las marcas a financiar los costes de las mejoras necesarias en las fábricas
peligrosas y enfrentar adecuadamente la seguridad contra incendios y los
problemas estructurales.
Es
importante destacar que este acuerdo otorga a los y las trabajadoras el derecho a rechazar un trabajo peligroso, de
acuerdo con el Convenio 155 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo).
Como
personas consumidoras, tenemos también un poder de decisión importante a la
hora de comprar o no productos procedentes de empresas que protegen y apuestan
por los derechos humanos, o por el contrario, que los vulneran y violan.
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