La
ofensiva del ejército israelí en la Franja de Gaza, con la operación Margen protector
iniciada el pasado 8 de julio, vuelve a
poner encima de la mesa la realidad de David contra Goliat, y la enorme
vulneración de los derechos humanos que está cometiendo Israel contra Palestina,
violación sistemática de un derecho tras otro.Incumplimiento de compromisos
internacionales, oídos sordos a la comunidad internacional y a las últimas
resoluciones de las Naciones Unidas. Más colonias, más apartheid, más represión
y violencia como respuesta de Israel a todo intento negociador.
En
este momento ya son mas de 500 las personas asesinadas en los últimos ataques y
mas de 3000 heridas. La violencia de las imágenes estremece , la impotencia que
genera también. No se permiten ni siquiera los corredores humanitarios, para permitir
que los heridos puedan acceder a los hospitales, como señalaba personal de la
UNRWA, la agencia de Naciones Unidas para
los refugiados de Palestina.
La
situación humanitaria se deteriora cada día. En estos momentos el 90% de la población
ya no dispone de suministro eléctrico, que ha sido interrumpido por Israel. La población acapara alimentos. El bloqueo que
sufren desde hace ya siete años está generando unas condiciones de vida
indignas y humillantes para más de 1,7 millones de personas.
Es
una sistemática vulneración de todos los derechos humanos.
Y
esto hace urgente la toma de conciencia y la co-responsabilidad de la comunidad
internacional.
Hay que seguir denunciando en todas las esferas posibles y al mismo tiempo, buscar otras opciones que pueden generar presión en el gobierno de Israel.
Desde
hace años, hay un llamamiento de la sociedad palestina al Boicot, Desinversión
y Sanciones contra Israel. Y en este sentido, al mismo tiempo que la ocupación
y el apartheid ha ido en ascenso, se han ido consolidando campañas
internacionales para presionar a Israel a través de un boicot económico,
académico y cultural. El BDS se ha convertido en un instrumento eficaz de
movilización social y presión política, que pone encima de la mesa otra forma
de entender la política y la solidaridad como se hizo con el apartheid de
Sudáfrica. Por eso nos parece una propuesta que hay que apoyar y difundir. Mas
información en Campaña BDS